Miércoles 4 de noviembre de 2015
EL ABC DEL PERIODISTA. Es importante no reproducir las fotografías de la víctima, no informar sobre el método empleado, sus detalles y la escena del suicidio para evitar comportamientos imitativos.
Como comunicadores sociales debemos partir de la premisa de que una palabra puede salvar una vida, como así también hacer que se pierda una.
El miedo a un efecto de contagio llevó a los medios de comunicación a evitar informar sobre casos de suicidio y quienes informamos debemos ser conscientesde cuál es el contexto por el cual una persona en determinada circunstancia decide quitarse la vida.
Por el mismo hecho, tampoco debemos desconocer que profesionales de la salud advierten que publicar detalladamente este tipo de noticia causa un efecto domino, es decir que socialmente se corre un importante riesgo de que se produzca una “inducción al suicidio” con la proliferación de noticias sobre casos de personas que se quitan la vida por problemas relacionados.
Como tampoco debemos olvidarnos que como periodistas, comunicadores sociales y formadores de opiniones debemos tratar este tipo de noticias con un carácter periodísticos acorde.
Si bien con frecuencia este tema es de interés periodístico y los medios de comunicación tenemos derecho a informar al respecto, es importante tener en cuenta que existe evidencia suficiente para sugerir que la reproducción del hecho genera un impacto sensible con tendencia a la imitación, preferentemente entre la gente joven.
El suicidio es un hecho muy doloroso, que tiene un aspecto privado y otro social. El aspecto privado alude al derecho a la intimidad y el respeto a la situación que vive el grupo familiar y de referencia.
Por tal motivo, no debemos olvidar que es importante no reproducir las fotografías de la víctima, no informar sobre el método empleado y sus detalles y la escena del suicidio para evitar comportamientos imitativos.
El rol del periodista no es un juego, tampoco el de informar, sino una gran responsabilidad y como decía al principio una palabra puede salvar una vida, como así también hacer que se pierda una.
