Viernes 10 de octubre de 2025
Una técnica japonesa de sanación energética que existe desde hace más de un siglo.
Mito uno. El/la Reikista tiene su vida espiritual, emocional y económica resulta.
No es tan así, la vida es un proceso de aprendizaje y transformación constante y diferente en cada persona, no es muy diferente en uno q se dedica al Reiki, también lidiamos con las cosas cotidianas y muchas veces también somos sobrepasadas por ellas.
Mito dos. El/la Reikista tiene poderes. Esto definitivamente no es así, somos acompañantes en el proceso. Pero para esto nos preparamos, nos instruimos y por supuesto nos iniciamos.
Mito tres. El/la Reikista es una persona Religiosa
Esto no es necesariamente así. Para explicar esto, debemos entender la diferencia entre el término religioso y el concepto de espiritual. El Reikista trabaja mucho en este último, pero no necesariamente lo hace desde una religión específica. Para dar o recibir Reiki no es necesario ni impedimento tener o no una religión específica.
Realidad. Y no es la única, es que somos personas comunes con creencias espirituales o de otros planos energéticos que buscamos algo, ese algo es diferente en cada uno. Y en esa búsqueda elegimos acompañar a otras personas, con esta técnica en su búsqueda.